Landau, S. 2014. "Yotam, Nir, Ángel" Escultura.
|
|
El concepto del espacio en el arte moderno, al igual que
en otras disciplinas como la literatura y la arquitectura, radica en sus
cualidades transmisoras de información en forma de estímulos y sensaciones.
Mercedes Bueno
20/01/2016
El concepto del espacio en el arte moderno, al igual que
en otras disciplinas como la literatura y la arquitectura, radica en sus
cualidades transmisoras de información en forma de estímulos y sensaciones.
Precisamente el espacio es el protagonista de la exposición que hasta el
próximo 24 de abril puede contemplarse en el MACBA (Museu d'Art Contemporani
de Barcelona). Con el título Especies de espacios, su visita es una
experiencia estética y didáctica que recomendamos efectuar.
Especies de espacios está inspirada en el libro homónimo
escrito por Georges Perec (Montesinos, 1999) Su comisario es Frederic
Montomés e intervienen cuarenta artistas con una cincuentena de obras
reinterpretando libremente el espacio desde diferentes puntos de vista: el
filosófico, el público y el privado. El dispositivo de la exposición es del
equipo de arquitectura MAIO.
Pero ¿qué es el espacio? Según la poética descripción de
Georges Perec (Francia, 1936 - Francia, 1982) "el espacio se deshace
como la arena que se desliza entre los dedos... porque todo tiene lugar en el
espacio, todo es el espacio o todo es espacio u ocupa un espacio..."
Los artistas interpretamos que el espacio es eso que
existe entre el ojo y el horizonte; es el tiempo que tarda -la mirada- en
llegar a su destino. Aquello en dónde transcurre la vida. Y hay muchos tipos.
Muchas especies de espacios. Técnicamente el espacio es real y susceptible de
delimitar, fragmentar u ordenar; permitiendo relacionarlo con el ser humano
en lo social (la ciudad, el campo, el país, Europa, el mundo y el cosmos) o
en lo particular (la página, la cama, la habitación, el apartamento, el
inmueble, la calle, el barrio). Y de todo ello hay trazas en la muestra del
MACBA, que compendia buena parte de las implicaciones que tiene algo tan
fáctico y al mismo tiempo tan etéreo como el espacio.
La línea es el divisor básico del espacio, elemento
espacial que da origen al proyecto artístico de Esther Ferrer (España, 1937)
Proyectos espaciales Series #7 (1975). Es un collage realizado en hilo sobre
cartón desarrollado en una instalación minimalista con la que interviene en y
con el espacio abstracto.
Por su parte Rita McBride (Estados Unidos, 1960) expone su
obra titulada Awnings 1-5 (2001), inspirada en el espacio urbano: una
instalación que reconstruye unos toldos morados cuyas sombras, verticales y
rectangulares, demarcan espacios sugeridos, a modo de unas láminas grises que
se proyectan, cortantes, en dirección al espectador.
Sigalit Landau (Israel, 1969) se refiere al espacio
compartido, entre lo público y lo privado, con su obra Yotam, Nir, Ángel
(2014), una escultura compuesta por cañerías metálicas y contadores de agua,
instalaciones visibles en los edificios de apartamentos de las ciudades de
Israel, como una osamenta o venas por las que circula el líquido vital. Esta
pieza traslada de algún modo al espectador al -entrañable- edificio de
apartamentos del TBO (Bruguera) de la 13 Rue del Percebe, en el como si una
de sus paredes fuera transparente se ven sus tripas y las historias que
ocurren dentro de cada piso. Georges Perec en su ensayo interpela al lector
definiendo esos pisos o apartamentos como "horriblemente
cuadrados". "Sólo son una especie de cubos, unos paralelepípedos
rectangulares", un modelo de habitar que identifica como problemático
debido a su "funcionalidad".
Y funcional fue el innovador término usado por Le
Corbusier, que relacionaba la arquitectura con la civilización industrial: la
vivienda debía ser una máquina para habitar, cautivándole el ángulo recto, el
odio de la curva y del desorden, el gusto por la fabricación en serie y la
estandarización.
Así, entre líneas, Perec se manifiesta,
arquitectónicamente hablando, pues las ideologías forman parte del
pensamiento humano, dándoles traslado en la creatividad -la arquitectura en
este caso- alertando al lector sobre esos "modelos de vida ordenadamente
jerárquicos".
Otra opción del tratamiento de los espacios, más intima y
personal, la apreciamos en la obra escultórica de la artista de la localidad
turolense de Albarracín, Carmen Martínez Samper, que toma como referente el
hábitat de la arquitectura tradicional de la cultura del medio rural,
generando una escultura de espacios, llena de simbolismos donde el ser humano
habita en los ambientes arquitectónicos exteriores a él.
La influencia que ejerce el espacio en el ser humano y en
consecuencia en la vida, tanto en el arte como en la arquitectura nos induce
a reflexionar.
Si el arte conceptual pretende promover el pensamiento
crítico, a nosotros -espectadores- nos incumbe una responsabilidad: la de
decidir cuál es nuestro espacio y si es preciso, actuar en consecuencia.
|